Sobre el autismo se dicen muchas cosas. Hace años se confundía con la esquizofrenia, y sin embargo...
cuán lejos de la realidad.
Más bien son el resultado de estigmas de familias por conflictos entre ellas, en las que actores desconocidos también creen tener sus derechos.
En 1987 escribí un cuento que dice así al comienzo: "El otro me mira silencioso.Lo observo con su misma mirada.No hay un apretón de manos ni una charla que rompa el mutismo."Y termina: "El otro me mira desde lejos, desde el espejo,..." Siempre había pensado que había algo raro alrededor de mí. Los amigos que se acercaron desde niños, en la adolescencia y despues en el transcurso de los años tenían algo en común, como si yo representara a otro. Una historia que yo desconocía pero que se prestaba para que el imaginario me hubiera tenido como conejillo de indias. Fueron trampas mortales en la que se escamotearon mis sentimientos y me hicieron creer culpable de algún delito que yo no había cometido, pero era como si lo fuera. Había visto una película en la que Alain Dellon(no sé si este bien escrito),aquel actor francés,en la que en una película representaba a un personaje de la segunda guerra mundial en la época de la persecución a los judíos, a quien alguien le usurpó...
No sé que pensarán acerca de estos juegos de rostros. El autor ha sido víctima durante años de unas extrañas pesadillas orquestadas por particulares, pero supuestamente dirigidas tras bambalinas por imaginarios muy acuciosos que durante años de años como si existiera un extraño estigma que el autor desconoce. Lo que diga o lo intente hacer de cualquier manera lo malogran, como si con ello se fueran a ganar una lotería. En un país como el nuestro nada es de extrañar.Si se fija en esta fotografía bajada por Internet podrá deducir que la imagen reflejada es la de una persona que por su locura le han colocado la consabida camisa de fuerza. Aunque a mí ésto no me ha pasado, si puedo decir que estuve recluido en un hospital donde además de colocarmen dos varillas en la columna vertebral por una fractura en una de mis vértebras, si debo de decir que por todos los medios uno que otro galeno de los que me atendieron quisieron llevarme al manicomio que en d...
Aunque es poco probable que nadie crea lo que estoy contando, en las imagenes del anterior blog cualquiera puede imaginarse una extraña conspiración donde además de ejercerse el maltrato físico, mediante la coaccción física y sicológica que puede ser por dependencia económica o de familias que muy soterradamente llevan a una persona, a un niño o a una niña a un estado casi de sicosis en las que creándoles el imaginario del temor o del miedo, muy al estilo de lo que Pavlot hizo con sus experimentos que demostraron que existen personajes que mediante esta manera, y en asocio con autoridades en un país donde se les ha inculcado las vigilancias privadas pueden llevar a mantenerlas en ese estado mental donde muchos hemos resultado vilipendiados y amenazados. Como en esas historias de brujerías que son ficticias, en las que muy pocos saben lo que está aconteciendo en el fuero interno de las que están siendo subyugadas, mientras sus victimarios subreptic...
Cuando uno llega a una casa, lo normal es que todo esté bien. Nuevos vecinos. Nuevas amistades. Pero cuando regresa, ya todos saben quién es, y uno tambien sabe quiénes son los que lo rodean. Ud. ya llega con una mente preconcebida, sobre todo si al llegar, se está ido de la cabeza, asustado, con pánico. Bueno. Eso me pasó a mí. Acababa de salir de un hospital despues de graves perdidas económicas debido a personajes que en los trabajos que hice, fueron los artífices para el descalabro económico y psicológico. Además,como si fueran unos perseguidores (yo digo más bien que una especie de informantes y vividores), procuraron por todos los medios dañarme los trabajos, a la vez que de forma maniquea me crearon no solo un delirio de persecución, sino que mediante artimañas con otros personajes conocidos de su mismo gremio crearon el miedo, hasta provocarme el pánico. Como el autor estaba alcoholizado no fué dificil agregarle a todo lo anterior alguna sustancia sicótica que provocaron...
Aunque estoy escribiendo la historia de un autista en Colombia quiero contar de manera muy resumida lo que me sucedió cuando viví y trabajé en ese pais hermano y aunque durante años los pocos empleos que tuve en mí pais de alguna manera me los dañaban,en Venezuela tuve dos:Uno a nombre mío y otro en el que figuraba mi señora.Vamos por partes.En el año de 1978 estaba estudiando en la universidad Libre,y al finalizar el año lectivo quería irme para Venezuela porque mi madre estaba residiendo allá.Yo me encontraba sólo,viviendo con la tía en la casa de la que antes comenté.Me había venido de Ibagué debido a que me sucedieron dos marcas trágicas que no las podía entender y que ahora despues de los años la entiendo así como otras cosas que iré contando en la medida que se pueda.En cierta medida mediante amigos parece que se estaba tratando no solo de tejer una historia,sino que me fueron sucediendo accidentes que pudieron ser fatales.Por lo demás hay que decir que venía con una baja autoest...
Estaba muy niño.Tal vez tendría entre 8 o 9 años pero andaba un poco atrasado pues me había criado sólo. Desde que entré al colegio un bobo me esperaba a la salida del colegio. Me llamaba por mí nombre. No lo conocía. Yo procuraba evitarlo y por lo general Jorgito (un niño mayor que yo) me acompañaba pues vivía comnigo en la casa. Era como mi hermano protector. Vivíamos como una sola familia, mi madre, la mamá del niño, y otros hermanos más que éste tenía. Mi recuerdo está que en esos años una pesadilla viví. León,un hermano medio del niño que siempre me acompañaba ,y que era agente de civil, se fue al campo a hacer un trabajo relacionado con su oficio. Jorgito y yo nos despedimos de él cuando ibamos para la casa despues de salir del colegio a medio día. Nos lo encontramos e iba con otros compañeros en un camión. Por la noche, ya muy tarde, unos compañeros de trabajo nos trajeron la infausta noticia. Había muerto en su oficio. Consternación y lágrimas. Fuimos a verlo a la Estación y no...
Nuestros imaginarios dependen del entorno social en el que nos formamos, y de ellos dependemos en cierta medida para bien o para mal. Yo los llamo mis imaginarios particulares porque desde niño he vivido situaciones sui generis que parecen haber sido obras de teatro maquiavélicas en las que además de haber estado en peligro, es como si hubieran querido hacerme un extraño lavado de cerebro con el que he convivido muchos años. Y en esos trabajos muchos han participado. Como si hubiera tenido mis policías particulares que a toda costa quisieron hacerme creer que yo era un enemigo. Un demente han dicho muchos, pues no saben nada sobre este tipo de trabajos, o si lo saben se hacen "Los de yo no fui", porque adonde uno llega siempre hay otro que provoca el avispero, y porque la misma familia le dice a uno que no es más que un espejismo lo que uno les cuenta. Cuando salí del hospital de la Hortúa, después que una señora desconocida que iba todos esos días a visitar a un familiar s...
Los abolengos son esas especies de herencias que pueden ser malditas, o también lo mejor que a un ser humano le puede suceder. Digamos: "Hijo de tal palo, tal astilla". En cierta medida muchos no quisieramos ser lo que somos, pero las historias de nuestros origenes nos obligan a ser lo que no queremos ser. Es cierto. Quién no pretende ser el mejor de lo mejor, y sin embargo para otros se es lo peor de lo peor. Bazofia. Sin uno propónerselo. En esas historias de los abolengos existen muchas. Hace algunos años, y sigo insistiendo y contando porque no hay forma de evitarlo, fui obligado a andar por las calles por cuenta de otros que con los años hasta ahora los he comenzado a entender. Una de las pocas clientes que nunca dejó de comprarme los productos que elaboraba me lo dijo: -Ud. lo que tiene es una familia de policías. Y disculparán la forma que lo digo, pues no se trata de éso. Ella se había dado cuenta que alrededor mío todo un conglomerado de personajes de calle, de c...
Han sido tan personales, que creo es justo contarlos. Aunque no salí bachiller del colegio de San Simón por mis problemas de autismo, los pocos años que allí estudié me marcaron más que en otras partes. Algo parecido a lo vivido en " La Casa Embrujada " por el autor de estas crónicas. Un colegio fundado por Santander en el que la masonería tenía su importancia en cuanto a su legado porque se respiraban las ideas de libertad e igualdad en su momento. Es curioso. Un autista que tiene que viajar en representación de aquellos lideres que todavía se enseñoreaban como los defensores de la libertad de cátedra, y donde al único que encuentran para representarlos, pues se vivían tiempos convulsionados, que entre otras cosas siempre han sido así, y que no deben confundirse con las "Convulsiones" de Luis Vargas Tejada, porque creo que a los jóvenes ahora ni saben quién fue éste, ya que se imaginarán que seguramente sería el mejor exponente de unas ideas que hasta...
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