Historias de Abolengos 9

Siempre he creído que lo mío ha sido de policia. Ud. está marcado por A o por B circunstancia desde niño, y aunque no lo quiere ser, para muchos termina siendo el peor de los congéneres. En cierta medida no lo entendia cuando estuve en Venezuela en un país adonde uno llegaba como un desconocido,  pero he ahí... en "Los Corsarios"  en Catia La Mar del municipio Vargas Ud. ya es un conocido. Se lo cree. Una persona que llega apesadumbrada de su país, convencido que los que lo persiguen lo hacen por política, al regreso nuevamente a su patria, después de que le pasa lo que le ha sucedido, y al ir recordando e hilando todo sobre  su vida mientras ciertos personajes tratan de conseguirse su premio, en medio de los sapos que se han organizado como rufianes para amenazarlo en las calles y en los lugares publicos, taxistas, dueños de carros modernos, prostitutas y maricas, rufianes de calles que andan a ver cómo atracan a cualquier desprevenido transeúnte, vigilantes de carros en las plazas de mercados y en otros sitios, loteros de diferente indole, y el cual más que uno menos actúa como si lo conociera de toda una vida de "pe a pa".  Pretenden amenazarlo entre gritos y melodramas en las que muchas veces han ido hasta los golpes.  Los que ahora gritan como rufianes cuando van en los taxis, incluyendo a aquellos choferes a los cuales uno no les desearía que cualquier salteador de caminos le quitara su producido, o su carro, o su vida, y en realidad le hacen creer a cualquiera que el que se suba a que los transporte está en peligro porque lo pueden asaltar. Y lo más curioso que su perrateada la hagan cuando vá solo por las calles, con sus sapos que saben en qué momento escribió algo por internet que no les gusta, aún cuando ya lo han hecho de otras formas y bajo otras circunstancias; incluso cuando hace casi 10 años regresó de nuevo y obligado por las pisoteadas de esos vecinos en un barrio que la mayoría afirma que la calle de "La Culebrera", es la más peligrosa que existe, porque sus habitantes de por sí tienen sus historia. Posiblemente truculenta, adonde estos personajes que merodean entre la ley y las malas pulgas, terminan siendo dueños de todos los bienes de los alrededores, en esas historias que se parecen más a las de los colonizadores que tanto nos cuenta la historia, pero qué siendo tan importantes, todo se les dá. Presumiblemente en esos imaginarios llenos de mezquindades, a cualquiera convencen de que así es como es este país, a donde impera la ley del más fuerte a sabiendas que conociendo a los que allí viven, saben cómo pueden quedarse con las casas ajenas. ¿Y quién les dice que no?
Al fin y al cabo su trajinar en este mundo, y como nos  protegen de los malévolos, todo se lo merecen. Y en realidad no es así. La misma ley que dicen defender, con sus actos nos están diciendo otra cosa.
Se termina pisoteado por estos personajes que tienen a su disposición la fuerza y la inteligencia por el conocimiento de los que allí viven, y porque cuentan con la información de sus asociados queact{uan como cofradías, mientras de manera soterrada  y conspiradora van y van ejerciendo su poder con sus aúlicos que a cualquiera le puede parecer erróneo y aterrador, por que cuenta con esos recursos sociales y económicos que el Estado les dá, para saciar sus apetitos personales. Y cuando regresa de nuevo y obligado por esos vecinos que llaman de los de "la Calle de la Culebrera", con sus pisoteadas para amedrentralo, lo obligan a seguir amedrentado mediante esas coacciones en la que está aparentemente ido de sí por las voces amenazantes en la urbanización "El Caracoli", en donde en  tan sólo en una noche pudo ver como un agente motorizado daba vueltas y vueltas como si estuviera en plan de persecución  contra el alienado sicológicamente, dentro de aquel espacio que es estacionadero y encuentro de vecinos, y otra en la que un vigilante colocó seguramente su transmisor para que escuchara esas amenazas, y que almirar por la ventana del apartamento puede ver cómo estos conspiradores hablaban usando sus transmisores, y así termina por creer y actúan a sobreseguro, y que existen maneras de que otro le eche un discurso  a una persona que teniendo varillas en la columna vertebral termina siendo un facil receptor de las ondas hertzianas que a determinadas frecuencias otro lo puede hacer escuchar sin que los que lo rodean o lo intuyan, porque además así lo hiceron en Bogotá en la mal llamada "Casa Embrujada" y en otros sitios, y porque siendo esos métodos tan secretos, seguramente han enloquecido  a más de una persona; y probablemente mediante la tortura sicológica han obligado a otros a arrojársele a un carro, o a ayudarlo a que lo haga. Incluso sicológicammente lo inducen a ahorcarse oa dispararse si tiene una pistola. A matarse. Yo los llamo asesinatos perfectos, al fín y al cabo ésa es la paranoia a que acualquiera pueden llevar, y con la que han practicado muchos de esos rufianes que parecen salidos de lo que nos contó en su tiempo Dante Alighieri. Aunque también es probable que mediante sustancias sicóticas, el oido se vuelva tan fino, que utilizando esos mismos aparaticos de transmisión lo amenanacen y lo amenacen hasta desquiciarlo de la realidad; fuera que también habilidosamente le provocan aparentemente un "Delirium Tremens" en donde escucha voces amenazantes e indistintas, pero no de conoccidos; y así Ud. se mata o mata, o termina con varillas en la columna, mientras estos desafortunados personajes usan a los sapos y a sus interesados porque son sus asociados para amenazarlo. Así pretenden no dejarlo salir de la locura y del miedo con que lo han tenido muy buena parte de la vida, mientras buscan la manera de asesinarlo. Un delito muy suigeneris de lesa humanidad porque no deja rastros, ya que sus huellas son sicológicas.
Y si no, son tan capaces de colocarle un carro al frente de la puerta, tal y como lo hicieron muchas veces en aquel interior maldito de la mal llamada "Casa Embrujada" que nos cuenta el escritor que cuenta lo dictadoporelcomisario Rincón, y de la cual todo parece indicar que lo que sucedió no fue más que un extraño instiguitamiento de familias, usadas en los provechos económicos de estos personajes que teminan lavándose las manos, al estilo de Pilatos con la orden de asesinar a Jesús.  Entonces cualquiera puede creer que  éstos debieron de ganarse algún billetico o emolumento por los buenos servicios, ya que fueron capaces de colocar a todo un barrio y una ciudad, y en otras durante muchos años, a unos sabuesos  al servicio de sus intereses muy particulares, ya que mediante la sicología y la amenaza subrepticia lograban rebajarlo moralmente.
Es una desgracia que estas cosas se den en un país adonde se supone existe la ley.
Serafín había muerto tal y como me lo comentó Aldana. Y aunque todo parece coincidir entre los de por aquí y por allá, así como aquel viejo refrán que dice: "Si por acá llueve, por allá no escampa", a la vuelta de los años uno se encuentra con un extraño complot que aparentando ser de familia y de vecinos por cuenta de una casa, se entremezclan con otras realidades sucedidas en otro tiempo y otra época, en donde los que nacimos con esas marcas de policías hemos tenido que soportarlas, lomismo que con esas argucias que pretenden hacernos creer que somos los villanos, nos merecemos la palacera que han pretendido darnos. Y van mucho más allá de éstas, porque han sido consuetudinarias en la vida de una persona.
Son abolengos y legados a los que uno no les desea que le sucedan a otros.
¿Es lo contrario a lo que la ley dice en una constitución y un país, porque si Ud.no es mal ciudadano, cómo puede ser perseguido de por vida por los mismos servidores de la ley?
Así son estos abolengos.
Lo pisotean a uno, y uno tiene que quedarse callado. Si no: Bravatean y lo amenazan hasta dentro de su misma casa.
Estos imaginarios tenemos que cambiarlos.