De la misma saga

Y que tal que ud. se despierte convertido en un escarabajo o en cualquier otra cosa como en el caso de Gregorio Samsa(?) en "la Metamorfosis" de kafka. A mi me ha pasado muchas veces. Creo que a muchos. Nos sentimos desvalidos ante la vida, y muchas veces podemos terminar en esos mundos irreales en los que cualquiera es más que uno. O porqué no en "Nuestro hombre en la Habana" de Graham Green en la que un vendedor de ventiladores que llega precisamente a hacer un extraño trabajo de inteligencia, nos recrea ese mundo matando cucarachas en las noches en medio de ese calor tropical de una isla en el caribe, aunque pueda que esto último lo haya leido en otra obra de ficción . Mundos novelescos en los que no sabemos si son realidades de sus autores, o solo meras historias para congratularnos con nuestros espíritus. Y todavía no sabemos si por esa novela de Graham Green fue la que motivó para que muchos lo hubieran concebido como uno de esos escritores que pudieron servir a la C.I.A. en su tiempo. Al fin y al cabo todos vivimos en medio de esos acaecimientos pues nos confundimos entre lo bueno y lo malo. No sabemos si lo bueno es tan bueno, y lo malo es tan malo. Sofismas de distracción en las que los humanos somos expertos, y que seguramente en "El hombre desnudo" de Desmond Morris, éste nos recuerda que todavía seguimos siendo animales. Peores que éstos claro está. Nuestros conceptos, nuestras ideas, a pesar que somos los mejores, fuera de estar destruyendo a nuestro planeta nos estamos destruyendo entre nosotros. Si. Que tal que ud. se despierte en un hospital todo ido de la cabeza en la que no sabe si su vida ha sido toda una película de suspenso, al frente de otra cama con otro enfermo por otra causa; y a donde un agente de policía lo mira en medio de un amplio salón como si lo estuviera escrutando cuando en realidad está cuidando a un delincuente, y no a ud. Un espejismo, digo yo. Y claro que para comprender semejante situación, uno tiene que acudir a esas extrañas historias que nos cuentan los escritores mediantes sus obras y compararlas con las vidas de uno mismo para saber si son ciertas, pero que en su momento en medio del desespero por los nervios destrozados uno se encuentra al vaivén de las circunstancias de la vida. Tal vez no me crea, pero cuando uno ha sido un conejillo de indias , se termina por creer que detrás de todo lo que he venido contando en este blog, debe de haber otra historia que solamente lo saben estos personajes que se parecen al mundo que nos describe Grahan Green, o el que se nos narra en el "Espía que surgió del frío". Son mundos novelescos que tienen asidero en la vida real. No sé si haya tenido miedo o pánico. Goya nos describió las vivencias de su cruda realidad, y Vangoht por su vida nos deja traslucir de que si no fuera por su hermano tal vez no sabríamos de éste debido a sus desvaríos que terminaron por que su arte fuera el que es hoy en el mundo. Si, qué tal un autista, un personaje que fuera el comodín de otros más oscuros y siniestros en donde las conspiraciones han estado a las órdenes del día, y en la que sus obtusos perseguidores y secuaces durante toda su vida le hacen creer que se es un perseguido sin saber porqué. He ahí, cuando uno tiene que leerse esas obras de siquiatras en donde le describen que personalidades así están desquiciadas, y que lo único que se merecen es estar en un manicomio. Así son los ezquizofrénicos. Creen que los vecinos y familiares lo van a matar. Y claro que éstos se inventan sus historias para justificar. Ud. a quién termina por creerle: Al loco del cuento o a ellos. No me preocupa.Sigamos porque esta historia se vuelve más interesante.
Todos sufimos de nuestros miedos. Los sicólogos nos dicen que además de existir los ancestrales, como e ltemor a la muerte, a la vejez; existen otros que vivimos en siuaciones no normales, y que también a ellos por falta de una formación de los adultos que los rodearon(padres, profesores, etc.) sobre todo en la temprana edad, de por vida estará marcados por la inseguridad.
No hace mucho, en un sector de uno de los barrios del sur, me senté en una tienda después de haber hecho un largo recorrido para levantarme el sustento, de haber andado por barriadas ofreciendo mis productos, a tomarme algo para la sed. Una señora jóven y muy atenta como todas las personas que atienden en el sector me atendió. Tres hijos. Me contó en un santiamén parte de su vida y sus conflictos. Dos jóvenes(una muchacha y un muchacho) ya casados y con hijos de lactancia. Hay sitios en los que por determinadas circunsatancias uno se amaña. Se acompasa el stréss. Sin embargo un niño menor se aparece mientras la señora me dá un descanso de oirla, y se me acerca como amenazante. Me mira. Es el menor de sus hijos y lo intuyo. Ella regresa y me comenta que es el menor. Pobrecito, dice ella. Es enfermo. El niño tartamudea, y algo trata de decirme. El mayor como que se ofende, y le dice que lo acompañe. Su mamá le dice que no. Le pregunto qué como se llama, y éste me dice su nombre. En esa extraña conversación que la señora misma ha provocado y de la cual yo me sentía tan animado, alcanzo a decirle que son traumas. Hay cosas que uno no discierne en temprana edad, y le digo que probablemente es de familia. Horror. Es como si hubiera tocado un tema del cual yo no tenía derecho a insinuar, y aquella conversación que ésta misma había provocado ocasiona para que el niño tenga que retirarse, mientras sus dos hermanos mayores con sus correspondientes hijos de brazos se lo llevaban casi jalándolo. Estaba ofendida, y yo deduje que aquel niño era un autista y que además existía un extraño conflicto de familia muy a pesar que según me lo había contado ella lo tenía estudiando. No sé cuánto tiempo pasó, pero me sentí ofendido. Cómo podían existir ese tipo de personas y convivir tan tranquilamente con tantos vecinos sin que éstos dijeran nada. Y sin embargo uno mismo supone que hasta las autoridades lo sabían. Si llega a la mayoría de edad, y ojala sin tener que vivir esas circunstancias de familia, todos dirán que es un loco. No será extraño que su mima familia sea la instigadora.Probablemente será como muchos que vemos por ahí. Ahora agreguele enredos en medio de esas extrañas relaciones que se tejen alrededor del dinero, en donde familiares y rebuscadores de medio peso creen que se van a ganar su lotería con uno. Somos paranoicos, no. Supóngase haber nacido en medio de una tormenta social en la que a pesar de la buena convivencia de familia, ud.sienta el desaire, y que con los años se termina por pensar que todos aquellas amistades que le salieron en su vida estaban interesadas en algo. Que en un país a donde todo se justifica, mientras le van sucediendo cosas que no entiende, y que cuando esta completamente desestabilizado, le salen truhanes que hasta una casa que el padre parecía no se la quería dar como herencia y se la birlan porque de todas maneras tiene que salirse de ahí. Y sin embargo en la vida le han sucedido tantas cosas, que ni siquiera en un libro puede contar las estratagemas mediante las cuales trataron de sacarlo de este mundo. Lentamente, pareciera que ud. fuera un enemigo social y si entra a vender a un negocio,cuando vuelva ya no le van a comprar nada. Lo miran feo. Si va a una tienda, llega otro a provocarlo. lentamengte lo van desestabilizando hasta quedar como en el caso de la historia que estoy contando. Loco. Completamente loco. Ud. tiene que fugarse pues pareciera que a toda costa lo quieren encerrar en un manicomio, y además las enfermeras que lo atendieron no sólo le colocaron suero de manera anormal, no le aplicaron somniferos para el dolorr de la operación en la columna; en alguna ocasión, recién salido de la operación el médico lo lleva a un cuarto oscuro y lo deja allí durante mucho tiempo, y como en la película que hablé de Sean Conneri, éste se resiste y grita por sus escritos, el autor grita porque cre que lo van a dejar ahí, y solo porque otros personajes del hospital entran de casualidad, el escándalo es tal , que el médico aparece. Se supone que estaba esperando para tomarle una radiografía pero la locura puede más. Está con pánico. Se dormita. Ud. escucha voces, como si fueran de la cocina de aquel hospital. Se despierta. Está en medio de otros enfermos, pero ud. sigue escuchando las voces. Ud. no está loco. hay un cuento que escribió en Venezuela en donde cuenta una extraña historia policiaca en donde le han colococado micrófonos para escucharle desde el otro lado, pues supone que siempre ha habido una conspiración por cuenta un enredo de familia. Ud. se mira la mano, y un pequeño y diminuto objeto le han colocado en una de sus manos con un esparadrapo, en el mismo brazo en donde le ha colocado el suero. Un pequeño radio transmisor como si fuera de película. De ahí provienen las voces. Ud trata de quitárselo, pero la enfermera de turno que se da cuenta se lo arrebata. Pensaba esconderlo debajo del colchón. Las voces se van. Si, ud. está como en lo que nos narra Kakfa. Está aislado en su mundo mental en la que no sabe por qué está en ese hospital ni entiende nada de lo que le ha pasado en la vida. Ud. ha sido víctima de una larga y extenuante tortura sicólogica durante toda ella, y sin embargo para sus familiares y los que lo han rodeado no se es más que un pobre e infeliz loco. Los gamines, los voceadore de prensa, todos los inquilinos de la calle, los comerciantes, los ladrones, todos son mejores que ud. Es cuando en realidad uno comienza a pensar después de haber renacido como el ave fénix. Y sin embargo, sus conspiradores van reapareciendo taimademente, y así va comprendiendo que esa pesadilla ha sido instigada por familiares, amigos y vecinos; y que de alguna manera algo se han querido ganar, aunque no se tenga nada entre los bolsillos. Si, su vida. Toda su juventud. Sus estudios, ni siquiera tiene derecho a estudiar o trabajar. Todo, absolutamente todo. Extraños trabajos en estos mundos irreales. Tal vez la realidad sea otra.

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