Delirium tremens

Tal vez, en la medida que avance en el blog podrán entender lo que es un lavado de cerebro, y cómo, llega un momento en que ud. escucha las voces, y después zas! Sin embargo, porque lo leí en algunos libros, y lo viví, sé que cuando a uno le dá el delilirium tremens, uno se muere o termina en un manicomio. Pero las voces son incoherentes y lo amenazan indistintamente, lo rebajan moralmente, y lo acusan de algo que no se cometió. Son voces internas, y probablemente ya para ésa época habrá vistos ratones o animales pequeños. y ud. sentirá pánico. Nadie va a escuchar un discurso largo y amenazante poducido por una misma persona en particular ni voz ronca ni parecido a la de un familiar o de un vecino. No. En cambio uno sí puede escuchar la voz de alguien que habla a lo lejos, y tal vez se confunda con el sonido de los carros o el ruido de los pasos de las personas como cuando se entra a una plaza de mercado, y el murmullo lo fastidia. Todo éso y mucho más como si retumbara en su cerebro. Pero no creo. Lo deben haber drogado. Alguna sustancia sicótica deben haberle dado y además se refuerza con sustos y sustos para que le provoquen el pánico. Ser un un conejillo de indias es un problema. verdad? Uno debe de estar muy sugestionado para el momento en que se decide a hacer cualquier cosa, porque las voces no las aguanta. No las resiste. Lo normal es que uno se muera de una cirrosis por la afección hepática y nada más. Lo contrario es que uno se va volviendo como un animal que no piensa, que tampoco entiende, en donde cualquiera con solo palabritas y palabritas, afectan su cerebro como si estuviera hipnotizado y hace lo que los demás quieren que haga; y es ahí cuando todo tiene sentido, y se termina botándosele a un bus, haciendo lo imposible por no escuchar las voces, fuera que el delirio de persecución va en crescendo como una melodía siniestra en la que se termina muerto. Pero, para éso de antemano tiene que haber un lavado de cerebro en la que la historia de la vida juega un papel importante, y para éso, como en el caso mío, fueron pasando muchos años sin entender y: Zas!
Hubo en el barrio San Antonio, un personaje, que me siguió, y en el último instante después que había ido a buscar a una tía hermana de mi papá, cuando estaba en el apartamento de ésta, yo lo veía por la ventana. Qué sinverguenza. Eso nunca sucede. Y las voces nunca pueden ser como la de un discurso largo y coherente. Pero el pánico es terrible, y uno tiene que estar verdaderamente drogado por alguna sustancia sicótica. No se puede dormir. Cuando uno cierra los ojos aparece un perseguidor extraño que le habla y lo amenaza, mientras las voces van y vienen frecuentemente. Esas voces, si se es de suerte y se salva, continuaran por un tiempo. Pero voces insufladas con discursos coordinados, no. Cuídense de éso.

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